La Illes Balears, primera orquesta sinfónica española en retomar la actividad
La Orquestra Simfònica de les Illes Balears ofreció este fin de semana sus primeros conciertos tras el confinamiento. Lo hizo en la iglesia de Sant Miquel de Campanet (viernes 29), en el claustro de Santo Domingo de Pollensa (sábado 30) y en la plaza Alexandre Ballester de La Pobla (domingo 31). Y lo hizo aire libre, respetando las medidas de seguridad, tanto para el público como para la orquesta, decretadas por las autoridades sanitarias, lo que incluía el uso de mascarillas y guantes por parte de los músicos. De esta forma, se ha convertido en la primera orquesta sinfónica española en retomar la actividad.
El programa estuvo dedicado íntegramente a Brahms: una versión reducida de las Danzas húngaras nº 5, 6 y 7, así como de la Segunda sinfonía. Las fotos que se pueden ver del concierto del sábado en Pollensa no son esas a las que estamos acostumbrados a ver, por lo desolado del ambiente. Pero son las circunstancias a las que obliga lo que se ha dado en llamar “nueva normalidad”, algo que nadie termina de entender en qué consiste (quizá ni siquiera el que acuñó el término).
Lejos de desanimarse por tener que tocar en esas circunstancias, la Orquestra Simfònica de les Illes Balears ha anunciado oficialmente un proyecto (#SonemPerTu), con su director titular, Pablo Mielgo, a la cabeza, que los llevará a hacer 59 conciertos con 47 grupos de la orquestra en los próximos tres meses.
Precisamente la pasada semana la Fundación de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears acordó la renovación del contrato de Mielgo por espacio de tres años. Mielgo es titular de esta formación desde agosto de 2014 y en este periodo la Orquestra Simfònica de les Illes Balears se ha consolidado en su apuesta cualitativa y en su plan de “descentralización” consistente en actuar en todas las islas Baleares y en captar nuevos públicos.