Ha muerto Reimund Grimm, cofundador del sello MDG
Los ingenieros de sonido no tienen la misma visibilidad que los músicos, aunque en algunos casos su labor es igual de decisiva en la realización de importantes proyectos artísticos. La noticia del fallecimiento de Reimund Grimm el pasado 15 de agosto, a la edad de 69 años, no ha tenido probablemente la resonancia que su figura merecía. Grimm fue, en colaboración con su socio Werner Dabringhaus, el fundador del prestigioso sello MDG (abreviación de Musikproduktion Dabringhaus und Grimm).
Desde su nacimiento en 1978, MDG ha sido un referente absoluto en la calidad de las tomas de sonido, que responden a un criterio de realismo y naturalidad. “La grabación ideal –explicaban los dos ingenieros de sonido– es aquella en la que la música crea la impresión espontánea de un concierto en vivo y la atmósfera especial que lo acompaña… Nuestro ideal de sonido se centra en el equilibrio de sonido natural, la mezcla tonal armoniosa general y la reproducción auténtica del sonido individual de cada instrumento. Otros factores importantes incluyen una dinámica libre y natural y la resolución de incluso las líneas de tensión más matizadas. La ilusión de la interpretación de un concierto en vivo también depende en gran medida de la “localizabilidad” de las fuentes de sonido en el espacio, y aquí los términos clave son: autonomía, tridimensionalidad y realismo”.
Pero MDG dista mucho de ser un sello concebido simplemente para el disfrute de los audiófilos. Entre sus señas de identidad siempre han estado el alto nivel interpretativo y el fino olfato a la hora de alternar repertorios conocidos y novedosos. En el catalogo MDG, están presentes artistas como Christian Zacharias, Elizabeth Leonskaja, Jean-Efflam Bavouzet, Steffen Schleiermacher o el Cuarteto de cuerda de Leipzig.
El área germánica ha sido el objetivo prioritario aunque no exclusivo de las producciones del sello. Al lado de autores como Bach, Haendel, Telemann, Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Schumann, Mendelssohn y Brahms, MDG ha destacado por su labor de divulgación de compositores como Reger, Hindemith o Rheinberger. No menos importante ha sido su atención hacia las vanguardias del siglo XX, gracias principalmente a la implicación de un músico como el pianista Steffen Schleiermacher, al que se deben, entre otras iniciativas, la integral en diez álbumes de la música para piano de John Cage o la recuperación del legado de Josef Matthias Hauer.
Pese a la muerte de su socio, Werner Dabringhaus ha expresado su intención de seguir adelante con la actividad del sello, que en los próximos años culminará unos de sus proyectos más ambiciosos: la integral de los cuartetos de cuerda de Haydn. Que no se preocupen: MDG seguirá haciendo las delicias de sus numerosos seguidores.
Arriba: Reimund Grimm, a la derecha, junto con Werner Dabringhaus en una imagen tomada en 1979. Foto: MDG