GRANADA / Accademia del Piacere: in dulce jubilo
Granada. Monasterio de San Jerónimo. 9-VI-2024. 73 Festival de Música y Danza. Accademia del Piacere. Obras de Johann Sebastian Bach y Johann Michael Bach.
No creo que haya mejor título para esta reseña que el que Accademia del Piacere dio a su recital del domingo por la mañana en el monasterio de San Jerónimo abriendo el ciclo Cantar y Tañer —un rótulo que arranca viejas emociones de los no menos viejos aficionados madrileños— dentro del 73 Festival Internacional de Música y Danza de Granada. Un júbilo que se hacía carne en los dos corales bachianos del mismo título —uno de Johann Sebastian, el otro de Johann Michael— y que se remansaba en las emociones de los distintos arreglos de Fahmi Alqhai, el director de Accademia del Piacere —aquí en formación de cuarteto de violas y órgano positivo—, sobre otros corales del autor a los que se sumaban piezas de El arte de la fuga o de las Variaciones canónicas en lo que era, muy significativamente, la idealización de un canto primero litúrgico y luego universal.
El arranque de la sesión se produjo con una suerte de sorpresa, un momento de esos en los que quien escucha no sabe si se le convoca a lo transgresor o a sumarse al respeto hacia una música que ha pasado por todos los formatos en transcripciones y arreglos tan variados como estupendamente concebidos. Y es que el coral Nun komm, der Heiden Heiland a este crítico le sonó con ecos andalusíes, como si todavía anduviéramos por el Generalife como la noche del día anterior. Serían cosas mías pero, como un centelleo, uno llegaba a pensar en lo bien que viaja no solo a través del tiempo sino también a través del espacio esta música. Si no era verdadero fue felizmente hallado.
El caso es que las aguas volvieron al cauce del que quizá no habían salido y todo fue una sucesión de bellezas en las que la inteligente ciencia arreglista de Alqhai se sumaba a la libertad ornamentadora de todo el grupo a través de una técnica y una afinación sin fisuras que tenían como corolario la hermosura del sonido logrado. Fahmi Alqhai se mostró como un perfecto primus inter pares y el resto del elenco —los gambistas Johanna Rose, Christoph Urbanez y Rami Alqhai y el organista Javier Núñez— estuvo a la altura de su director. La magnífica acústica de San Jerónimo, un entorno capaz de quitar la devoción hacia cualquier sonido para centrarla en sí mismo, contribuyó al éxito de un concierto que mostró no ya a un formidable grupo de músicos sino la enorme capacidad de transformación, sin perder un ápice de su belleza ni de su intensidad, de unas músicas, paradójicamente, únicas.
Luis Suñén
(foto: Fermín Rodríguez/Festival de Granada 2024)