Fallece Alfonso García de la Torre, referente de la vanguardia musical en España

El pasado 22 de septiembre fallecía en su ciudad natal, Vitoria, el compositor, profesor y gestor musical, pero sobre todo amigo, Alfonso García de la Torre. Con 58 años, una enfermedad breve pero imparable, nos ha arrebatado a un referente absoluto en nuestro país en la música electroacústica, en el arte sonoro, en la música más arriesgada y más comprometida con la innovación, con el riesgo expresivo, con el Arte, así con mayúsculas. En tiempos oscuros y miedosos perder a un ‘incansable militante de la vanguardia tecnológico-musical es perder un puntal, una columna sólida de nuestra cultura, y de nuestra cultura más internacional también.

Para quien no esté muy familiarizado con la electroacústica y sus devenires estéticos posteriores, ubicaré la figura irremplazable de Alfonso García de la Torre. Estudió piano e ingeniería electrónica, combinación perfecta para su carrera posterior,  que perfeccionó siempre en cursos especializados dentro y fuera de nuestro país GME (Cuenca), Phonos (Barcelona), Tallers Internacionals d’Art i Comunicació (Valencia LIEM-CDMC y Universidad Complutense (Madrid), Centre Acanthes (Avignon), IRCAM (París), entre otros.

Alumno del maestro Carmelo Bernaola, impulsó el festival que lleva su nombre en Vitoria, así como el Festival Sinkro, dirigiendo actualmente Espacio Sinkro, un proyecto multidisciplinar dedicado al desarrollo de los nuevos medios de expresión musical para la creación, la interpretación y la difusión sonoro-musical. Siempre estuvo ligado al Conservatorio Jesús Guridi de su ciudad, donde trabajó como profesor de Acústica y de Composición Electroacústica, así como jefe de estudios. Pero, por encima de todo, fue creador y director del  Laboratorio de Música Electroacústica. Es por este laboratorio por el que han pasado generaciones de estudiantes y profesionales aprendiendo las claves de la electroacústica, de la informática musical, componiendo y realizando todo tipo de obras y ‘experimentos’ sonoros.

Como hombre ligado a la experimentación y la vanguardia tuvo participación asidua e importante en  revistas especializadas y congresos, con aportaciones fundamentales en los encuentros anuales de la International Society of Music Education (ISME) o de la International Computer Music Conference (ICMC), dando un espacio único para la innovación musical a nuestro país.

Su catálogo abarca desde obras estrictamente instrumentales, aunque muy a menudo con participación de la electrónica, pasando por electroacústica pura, hasta instalaciones sonoras, obras multimedia, obras radiofónicas, música para danza, teatro, cine y vídeo.

Pero quiero terminar este breve recordatorio de un compositor e impulsor incansable del Arte Sonoro destacando su enorme valor humano: siempre generoso, siempre discreto, siempre dispuesto a ayudar, siempre con ese inteligente sentido del humor que hacía que su compañía fuese alegre, animosa y divertida.

Alfonso García de la Torres descansa en paz y en mi memoria estará siempre y sobre todo nuestra estancia en Avignon, becados por el Centre Acanthes de París, su sonrisa y su inteligente mirada.

Marisa Manchado Torres

Marisa Manchado