Fallece, a los 88 años, el histórico clavecinista y organista canadiense Kenneth Gilbert

El histórico clavecinista, organista, musicólogo y profesor canadiense Kenneth Gilbert falleció ayer, a los 88 años, en su domicilio, según ha informado en su cuenta de Twitter el clavecinista español Yago Mahúgo, que fue alumno suyo. Gilbert llevaba años padeciendo esa terrible enfermedad que primero te roba la memoria, después te roba el alma y al final te arrebata la vida.
Nacido en Montreal el 16 de diciembre de 1931, Gilbert estudió órgano con Conrad Letendre y más adelante, en el Conservatorio de Música de Quebec, con Yvonne Hubert (Piano) y con Gabriel Cusson (Armonía y Contrapunto). En 1953 ganó el Prix d’Europa de órgano, lo que le valió para estudiar en el viejo continente durante dos años con Nadia Boulanger (Composición), Gaston Litaize y Maurice Duruflé (Órgano) y Sylvie Spicket (Clavecín). Pero quien realmente fue su verdadero maestro en el clave fue un antiguo alumno y protegido de Wanda Landowska, el italiano Ruggero Gerlin.
Volvió a Francia, becado por el gobierno de Quebec, en 1965, con el propósito de hacer una edición de la integral de la obra para teclado de François Couperin (publicada por Heugel en cuatro volúmenes), cuyo tercer centenario iba a tener lugar en 1968. La edición fue muy ensalzada, lo que le animó a preparar la edición de las 555 sonatas de Domenico Scarlatti (publicada también por Heugel en once volúmenes). Más tarde también haría sendas ediciones de la obra para teclado de Jean-Henri d’Anglebert y de Girolamo Frescobaldi, así como de las Variaciones Goldberg de Johann Sebastian Bach.
Paralelamente, comenzó su actividad como intérprete. Su primer recital tuvo lugar en Londres, en 1968. A raíz de ese recital, en Inglaterra le consideraron el legítimo sucesor de Thurston Dart. Al margen de sus recitales, colaboró activamente con algunas de las más prestigiosas orquestas canadiense (las Sinfónicas de Quebec, Toronto o Vancouver, por ejemplo). Fue profesor de clave en el Conservatorio de Quebec, en la Universidad McGill, en la Universidad Laval y, finalmente, en el Conservatorio de París, además de profesor invitado en el Real Conservatorio de Amberes. En 1988, empezó a dar clases en el Mozarteum de Salzburgo. Y no paró de dar clases magistrales por medio mundo hasta que se lo permitió la edad.
Pero la fama le llegó con sus grabaciones discográficas para el sello Harmonia Mundi, a finales de los años 70 y durante la década de los 80. Se especializó en la música francesa tanto del siglo XVII como del XVIII, pero también en Bach, de quien registró sus más emblemáticas obras para clave (Variaciones Goldberg, Suites francesas, Suites inglesas, Partitas o El clave bien temperado, entre otras). Fichó por Archiv en el momento de máximo esplendor de este sello alemán (la sección de música antigua de Deustche Grammophon). Precisamente en Archiv participó en la legendaria grabación de los conciertos para dos, tres y cuatro claves que registró The English Concert, junto a su colega y amigo Trevor Pinnock (con quien también grabó un CD con los Conciertos para dos claves de Antonio Soler). Como organista, destacan sus grabaciones dedicadas a compositores alemanes anteriores a Bach y, por supuesto, de obras del propio Bach.
Formó a un considerable número de grandes clavecinistas, empezando por el eterno Scott Ross. Otros que pasaron por sus manos fueron Olivier Baumont, Pascal Dubreuil, Emmanuelle Haïm, Sébastien d’Herin, Davitt Moroney, Mario Raskin, Ludger Rémy, Aline Zylberajch, Jos Van Immerseel o Jory Vinikour.
Gilbert poseía en fastuosa colección de claves, con los que no sólo él realizó innumerables grabaciones, sino también varios de sus colegas, a los que se los cedía generosamente. Estos claves, todos ellos originales, se hallan depositados en el Museo de Bellas Artes de Chartres (Francia).