El Liceu propone ‘Un ballo in maschera’ en la producción póstuma de Graham Vick
El escenario del Gran Teatre del Liceu acoge, del 9 al 20 de febrero, uno de los grandes títulos de la madurez de Verdi, Un ballo in maschera de Verdi. El coliseo barcelonés propone esta ópera en la producción que Graham Vick elaboró para el Teatro Regio de Parma poco antes de su muerte. El Ballo del director de escena británico rompe con los códigos tradicionales. Una escenografía construida a partir de una pantalla semicircular que rodea el fondo, con una premonitoria tumba que preside el escenario, sirve de base para narrar el trágico destino en el que se muestran los tormentos de los personajes principales.
Además, Vick introdujo otra idea: el baile de máscaras — la celebración colectiva — no debía tener lugar solo al final, sino donde fuera posible en cualquier momento. Tanto al comienzo de la ópera como al final del primer o segundo acto, el escenario se llena de figurantes que representan diferentes maneras de subvertir o hackear la realidad: figuras andróginas, travestis, cómicos, acróbatas desafiando la gravedad.
Bajo la dirección musical de Riccardo Frizza las nueve funciones liceístas contarán con un doble reparto vocal de nombres prestigiosos. Freddie De Tommaso, que el público del Liceu pudo disfrutar hace poco en recital junto a Lise Davidsen, regresa a Barcelona para interpretar a Riccardo, rol en el que se alternará con Arturo Chacón-Cruz. Anna Pirozzi y Saioa Hernández encarnarán a Amelia. Lo mismo harán Artur Ruciński y Ernesto Petti como Renato, Daniela Barcellona y Okka von der Damerau como Ulrica, mientras que Oscar será interpretado por Sara Blanch y Jodie Devos.