El Concierto de Año Nuevo de Viena, sin público y con aplausos telemáticos
Ya es oficial: el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena no tendrá público en esta ocasión, pero al menos sí se celebrará, ya que, debido a las disposiciones sanitarias del Gobierno de Austria ante el incremento de contagios por la Covid-19, se temía que quedara cancelado. Será la primera en sus 81 ediciones que este espectáculo, que forma ya parte de las celebraciones navideñas en los hogares de todo el mundo, tenga lugar a puerta cerrada en la Sala Dorada del Musikverein.
“Hemos puesto todo nuestro empeño en que no se cancelara”, afirma Daniel Froschauer, presidente de la Filarmónica de Viena, a propósito de las extrañas e inéditas condiciones en las que se celebrará el concierto de música clásica con mayor difusión mediática del planeta: una media de 50 millones de espectadores de casi un centenar de países. “Si en estos tiempos tan complicados no hubiese Concierto de Año Nuevo, ¿qué clase de mensaje estaríamos mandando al mundo?”, se pregunta Froschauer en una entrevista con Die Presse.
Otra de las novedades es que se ha puesto en marcha una plataforma interactiva, para que los aplausos que el público dedique a los músicos desde sus casas sean transmitidos en el interior de la sala. “El mayor reto al que nos enfrentábamos es el silencio entre las obras”, señala Froschauer. “El concierto tiene un sentido dramatúrgico en el que el público desempeña un papel fundamental”, dice.
Para colaborar a la causa, y donar aplausos y ovaciones para las interpretaciones, los melómanos y aficionados ocasionales a las polcas y los valses podrán registrarse en la plataforma mynewyearsconcert.com y rendir su particular homenaje a los músicos de la orquesta. “Gracias a esta original contribución acústica lograremos acallar el ruido de una pesadilla mundial”, afirman desde la organización.