Condenan a una pianista a pagar 8.000 euros por molestar a sus vecinos
El Juzgado de Primera Instancia número 18 de Sevilla ha condenado a una pianista de Tomares a elegir entre, o bien insonorizar su inmueble, o bien dejar de tocar el piano en su casa debido a las quejas de los vecinos de la vivienda colindante. Además, la intérprete deberá abonar un total de 8.000 euros a los demandantes (4.000 euros a cada uno).
Una vez se haga firme la sentencia, tendrá un total de 20 días para acogerse a cualquiera de las opciones impuestas por el juez. En caso de que no escoja, serán los demandantes los encargados de decidir cuál de las soluciones les es más conveniente.
Asimismo, el fallo del magistrado prohibe a la pianista realizar cualquier tipo de nueva «intromisión sonora» en un futuro. Tanto con el piano como con cualquier otro instrumento.
Pese a que el resto de la comunidad de vecinos apoyaba a la interprete, alegando que «no molestaba y que les gustaba su música», el juez ha hecho caso omiso a estas declaraciones justificando que «todo dependería de la cercanía al foco del ruido». El magistrado ha declarado que la «calidad de la intérprete puede ser agradable puntualmente», pero que de forma reiterada, y si posee una especial intensidad, puede transformarse en una molestia insoportable.
La sentencia reabre el debate al que se ven sometidos muchos concertistas al combinar su lugar de ensayo con su vivienda particular. Crispaciones de convivencia que complican en muchas ocasiones la vida de los intérpretes, y que se exacerban aún más en tiempos de cuarentena.