BUSSETO / Un ‘Ballo in maschera’ con voces jóvenes y excelentes
Busseto. Teatro Giuseppe Verdi. 28-IX-2024. Davide Tuscano, Ilaria Alida Quilico, Kang Hae, Danbi Lee, Licia Piermatteo. Orquesta Giovanile Italiana y Coro del Teatro Regio de Parma. Dirección musical: Fabio Biondi. Dirección escénica: Daniele Menghini. Verdi: Un ballo in maschera.
El pequeño teatro de Busseto se ha convertido en el centro más interesante del Festival Verdi. Es un lugar especial que permite el trabajo tranquilo, sin las presiones de público y producción de un gran teatro. Por ello es el espacio adecuado para un proyecto como este: Un ballo in maschera con un grupo de jóvenes cantantes, ninguno supera los 30 años. No son alumnos prometedores, sino voces que están iniciando una interesante carrera. Muchos premiados en el concurso de voces verdianas, que se celebra cada año en la misma localidad. Frente a lo que se podría esperar, el resultado es excelente y no desmerece de cualquier gran teatro. Incluso nos hace reflexionar sobre aquello que tanto repiten los aficionados entorno a la esencia de las llamadas voces verdianas. La nueva generación de cantantes parte de una sólida base técnica, además de muchas ganas de disfrutar y hacer disfrutar con el canto, pero también son capaces de cantar bien la música de Verdi.
Detrás está también la Academia Verdiana que se ha consolidado en Parma con un serio trabajo y la supervisión del profesor Francesco Izzo. Todos los años selecciona una docena de jóvenes cantantes para ofrecerles un recorrido de alto perfeccionamiento en torno al repertorio verdiano. Les ofrece desde técnicas de relajación y yoga hasta numerosas clases magistrales en las que afianzan su repertorio. La misma tarde de la inauguración del festival tuvimos ocasión de asistir al trabajo del barítono Roberto de Candía con algunos de los alumnos, que estuvo casi tres horas aconsejándoles en aspectos interpretativos. Quizás lo más interesante es que el Festival Verdi les integra en papeles secundarios, en el curioso Cucú verdiano (donde cantan todos los días desde el balcón del Teatro Regio) y sobre todo en los numerosos conciertos del programa de Verdi Off. Tampoco se olvida de ellos posteriormente, como sucede en esta producción de Un ballo in maschera o en los conciertos del mediodía todos los domingos en el Palacio Ducal de Parma.
Enorme fue la calidad de todos los cantantes en Un ballo in maschera. Debemos destacar la soprano Ilaria Quilico que recibió los mayores aplausos tras llenar el escenario de belleza vocal en el papel de Amelia. Una voz grande y flexible que supo dar toda la intensidad dramática a su papel, con una magnífica prestación en los conjuntos. Especial fue su aria Morrò, ma prima in grazia, buen ejemplo de un canto poderoso y hermoso al servicio de la expresividad verdiana, sin descuidar además la dicción del texto. El tenor Davide Tuscano posee una bella voz con un fraseo igualado, ideal para estos papeles más líricos. El terceto protagonista se completó con el excelente barítono coreano Kang Hae, voz redonda que aprovechó para frasear con intensidad en Eri tu che macchiavi. Poderosa fue la Ulrica de Danbi Lee, una mezzosoprano con un fuerte registro grave. La soprano Licia Piermatteo realizó un animado Óscar, un brillante canto con el que defiende oportunamente la coloratura del personaje; una buena voz que llena el escenario con gracia en el papel del paje. Frente a lo que se suele afirmar sobre la necesidad de madurez para interpretar a Verdi, la lectura de estos jóvenes nos muestra el carácter flexible de la escritura verdiana, que funciona magníficamente bien en espacios más pequeños por la concepción camerística de su música.
La puesta en escena, firmada por Daniele Menghini, multiplicó el limitado espacio con un graderío, ofreciendo muchos detalles de vestuario y movimiento, destacando además un cuidado trabajo de actuación con los cantantes. La propuesta resulta atractiva y mantiene la tensión del espectáculo. Curiosa la participación de Fabio Biondi desde la dirección musical. El famoso especialista en música antigua está afrontando últimamente algunas óperas de Verdi; de hecho, ha grabado Il corsaro y la versión original de Macbeth. El problema es que no contaba con un grupo como Europa Galante, sino con una orquesta juvenil de excelencia, que reúne anualmente a músicos de entre 18 y 25 años, la Orquesta Giovanile Italiana. Biondi mantiene el pulso de la dramaturgia verdiana, pero en numerosas ocasiones no cuida el equilibrio, especialmente en la parte de los metales. Al final hubo algún abucheo, creemos que excesivo, aunque es cierto que su participación podía haber sido más creativa, como ha demostrado en numerosas ocasiones. No obstante, la noche fue para los cantantes. El día anterior debutó el otro reparto con tres protagonistas diferentes, de calidades similares. Verdi nunca quiso visitar el pequeño teatro que habían construido sus paisanos de Busseto, pero curiosamente hoy en día se ha convertido en un interesante centro para pensar y lanzar hacia el futuro la interpretación de sus óperas. Siempre merece la pena acercarse a la villa de Busseto, un lugar cargado de memoria verdiana que también mira hacia el futuro.
Víctor Sánchez Sánchez