BRUSELAS / ‘Les Huguenots’ cierran la complicada temporada de La Monnaie

Bruselas. La Monnaie. 2-VII-2022. Meyerbeer: Les Huguenots. Lenneke Ruiten, Karine Deshayes, Ambroisine Bré, Enea Scala, Nicolas Cavallier, Vittorio Prato, Alexander Vinogradov. Director musical: Evelino Pidò. Director de escena: Daniel Izzo.
Tras una difícil temporada salpicada de cancelaciones y representaciones interrumpidas, la Monnaie ha concluido la temporada 2021-22 con una exitosa producción de Les Huguenots, la imponente grand opéra de Giacomo Meyerbeer. Se trataba de una reposición por parte de Daniel Izzo de la producción de 2011 firmada por Olivier Py, la cual no apuesta por un fresco histórico, sino que combina pasado y presente tanto en la escenografía como en el vestuario. El singular decorado de Pierre-André Weitz, una espectacular estructura de color cobre con escaleras móviles, sirve para las diferentes localizaciones y asegura una transición fluida de las escenas. La puesta es ágil, un poco exagerada en las escenas de la fiesta en el castillo de Nevers, algo confusa en la escena de Chenonceau, cargada de símbolos y demasiadas cruces de madera, con los inevitables desnudos y algunos bailes ridículos. Pero el enfoque de Py (y, en consecuencia, de Izzo) se asegura por mantener la cohesión de todos los elementos y cautiva la atención del público.
Desde el foso, Evelino Pidò se mostró un apasionado defensor de la partitura, que sin duda posee sus bellos, poéticos, líricos y potentes momentos dramáticos, aunque también sus fragmentos menos inspirados (sobre todo, en el tramo final de la ópera). Se podría haber pedido algo más de sensualidad a la escena del baño con Marguerite de Valois, pero en compensación la escena del conjuro resultó sobrecogedora. Pidò dirigió con pulso firme y supo conducir y concertar a los cantantes con la orquesta de la Monnaie, que sigue revelándose en un óptimo estado de forma.
El amplio reparto incluía un buen número de cantantes que afrontaban por vez primera sus respectivas partes, y no todos tenían la lengua francesa como vernácula. Así y todo, en líneas generales el texto quedó bien proyectado. La soprano holandesa Lenneke Ruiten fue una seductora Marguerite de Valois, encarando con arrojo su exigente tesitura, aunque tal vez algo ayuna de colorido vocal. Karine Deshayes, que normalmente ha cantado el papel de Urbain, ha optado en esta ocasión por el papel más dramático de Valentine, el cual aún no domina del todo. Ambroisine Bré fue un convincente Urbain, segura de sí misma y con gran encanto vocal. Enea Scala prestó a Raoul su excelente pronunciación francesa y su robusta voz de tenor, aunque su interpretación estuvo lejos del lírico romanticismo que demanda el personaje. Nicolas Cavallier (Saint Bris) y Vittorio Prato (Nevers) estuvieron excelentes y Alexander Vinogradov otorgó a Marcel su autoridad y peso vocales, si bien su pronunciación estuvo lejos de la perfección.
Erna Metdepenninghen
(Foto: Baus – La Monnaie)