Festival CAFe de Budapest: Penderecki, humano, bastante humano
En el próximo número de Scherzo, inminente, les dedico algo de información sobre la presencia del compositor polaco Krzysztof Penderecki en el hermoso Festival CAFe de Budapest, que tuvo lugar el pasado mes de octubre. Penderecki era el compositor homenajeado. Ya decimos en el artículo impreso que el público le demostró cariño y algo más. Ahora quisiera recordar algunas de las cosas que dijo durante uno de esos dos conciertos, el íntimo, el de cámara, en el que él hablaba y respondía a preguntas sobre su vida y su carrera, sobre la música y hasta sobre cosas que rozaban la política. Inevitable. Era el 18 de octubre en el Centro de Música de Budapest.
Para componer tengo que estar solo, decía. Ese estar solo, podríamos decir, es estar con un montón de cosas que forman tu vida y que no son tangibles, pero que son muy reales: memoria, evocaciones, lecturas, sonidos, todo imaginado y visto por la mente. Sí, sin duda es mejor estar solo en el momento de la creación artística. Nunca estás solo, siempre estás con algo. Nunca estás en un sitio, siempre estás en varias partes.
Penderecki se refería también a la importancia de la estructura en una composición. Supongo que un compositor no empieza a escribir una obra con una estructura puesta. Estructura es tal vez el equivalente a construcción en los que nos dedicamos (pese a quien pese) a escribir piezas teatrales. No empiezas con el esqueleto de la casa, pero él se levanta y consigue imponer una razón, un sentido. Ser libre, podríamos decir, no es desconocer la clave de fa. Desconocer es ignorar. Ignorar es lo contrario de ser libre. Ser cultos para ser libres, escribió Martí, y no importa que una tiranía haya secuestrado esa verdad para su propia mentira.