BETANZOS / Gran música, músicos grandes
Betanzos. Iglesia de Santa María do Azogue. 3-X-2020. Schola Antiqua. Director: Juan Carlos Asensio • 4-X-2020. Mercedes Hernández, soprano. Manuel Vilas, arpa de dos órdenes.
De los tres conciertos que componían la serie Música Antigua en Betanzos organizada por el CNDM, el Ayuntamiento y la Unidad Pastoral de la ciudad, la coincidencia de fechas entre el primero de ellos —a cargo de Alia Mvsica/Vox Feminae— y la inauguración de la temporada de la Orquesta Sinfónica de Galicia hace imposible su reseña. De los otros dos cabe decir para empezar que fueron un éxito rotundo que pone en valor la idea de las tres entidades organizadoras de otorgar a la ciudad de los caballeros un relieve musical acorde con su personalidad cultural. Las medidas de seguridad inherentes a la pandemia que padecemos aconsejaron cambiar la idea inicial de utilizar tres iglesias distintas —Santiago, San Francisco y Santa María do Azogue—y llevar los tres conciertos a esta última, de estupenda acústica por cierto y que completó en ambas sesiones su aforo obligadamente reducido.
La presencia de la magnífica Schola Antiqua [en la foto], con Juan Carlos Asensio a su frente, en la que además figuran ya algunas caras nuevas junto a las ya conocidas, es una garantía de fidelidad al arte y a la historia y una experiencia estética y espiritual única. Su recorrido por códices de los archivos de las catedrales de Orense y Lugo —Músicas y ritos en la Galicia medieval: el culto a los santos en los códices gallegos era su título—, que incluía piezas no escuchadas durante siglos, culminó con tres fragmentos del Códice Calixtino. Los aplausos propiciaron varios encores entre los que destacó el regalo de una memorable Salve Regina al parecer, como explicó Asensio, sólo conservada en la liturgia cartujana.
Por su parte, Mercedes Hernández y Manuel Vilas dieron una lección magistral que no extrañó a quienes los hayan escuchado antes, quizá en alguna muestra del Manuscrito Guerra, que no pudo faltar en Betanzos junto a piezas de Fray Felipe de la Madre de Dios, Monteverdi, Trabaci, Sances, De Zala y Vaquedano. La soprano santiaguesa lució una voz ideal para este repertorio, que pide gracia y hondura según su pretexto profano o sacro, y un arte expresivo de primera clase. Lo de su paisano Manuel Vilas al arpa de dos órdenes empieza a ser de otra galaxia. Quien le haya seguido en su carrera, en sus conciertos o en sus grabaciones discográficas, habrá podido comprobar a dónde llega su grado de musicalidad y de virtuosismo. Hoy por hoy Vilas es uno de los grandes músicos españoles y volvió a demostrarlo con creces.
Luis Suñén