BARCELONA / ‘Orgia’, nuevo éxito operístico de Hèctor Parra y Calixto Bieito
Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 11-IV-2024. Aušrine Stundyté, Christian Miedl, Jone Martínez. Orquesta del Gran Teatre del Liceu. Dirección musical: Pierre Bleuse. Dirección escénica: Calixto Bieito. Dirección de reposición: Lucía Astigarraga. Hèctor Parra: Orgia.
Hay más desolación, tristeza y desesperación que afán de provocación en Orgia, obra teatral de Pier Paolo Pasolini estrenada en 1968 en Turín que Hèctor Parra y Calixto Bieto convierten en una gran ópera. La partitura del compositor catalán afincado en París es de una calidad y riqueza de ideas musicales extraordinarias que nacen de la fascinación por el peso de las palabras, motor poético del teatro de Pasolini. Un teatro de ideas, visceral en la denuncia de la hipocresía y la doble moral de una burguesía acomodada, cuando no cómplice, de los dictados del poder político y religioso. Teatro crítico contra toda forma de opresión y represión, y por ello, tan dolorosamente vigente. Y es en los versos del poeta, dramaturgo, director e intelectual italiano donde nace la turbación, el desasosiego y la amargura que se adueña del escenario en un demoledor retrato del proceso de autodestrucción sádica –violencia y placer, sexo y represión, poder y aniquilación, múltiples caras, en suma, de la deshumanización de la sociedad actual– de una pareja atrapada en su trágica existencia. Y Parra, siendo fiel a las palabras de Pasolini, las potencia con una apabullante paleta de colores, técnicas y efectos tímbricos.
Parra y Bieto forman un tándem artístico admirable. Tras el éxito de Wilde (2015) y Les bienveillantes (2019), se apuntan ahora un triunfo rotundo con Orgia, ópera para tres solistas y orquesta de cámara estrenada el junio del 2023 en el Teatro Arriaga de Bilbao, en feliz colaboración artística con el Festival Castell de Peralada y el Gran Teatre del Liceu. El libreto, en un prólogo y seis episodios, es una adaptación del texto original realizada por Bieito.
La impresionante actuación de la soprano lituana Aušrine Stundyté –cantante y actriz de poderoso carisma– en su debut liceísta, y la imponente dirección musical del francés Pierre Bleuse elevaron el listón de calidad del estreno liceísta de Orgia. Bleuse, que en el Arriaga contó con la precisión y el virtuosismo del Ensemble Intercontemporain de Paris, obtuvo una excelente respuesta de la orquesta del Liceu, con una plantilla de 25 músicos a los que Parra no da tregua con una continua exigencia en precisión, transparencia, variedad de matices y técnicas de interpretación; el detallismo y la desnudez monteverdiana, con la atractiva combinación de arpa y archilaúd (único instrumento amplificado de la plantilla), conviven con el lirismo y la violencia en otros pasajes. Bleuse es un director que facilita el trabajo a los músicos con precisas indicaciones y un trabajo en los ensayos que no deja cabos sueltos. De hecho, la variedad de citas e influencias que atesora la partitura van de Monteverdi a las técnicas de vanguardia, con un tejido sonoro de fascinante riqueza en la que habitan citas y evocaciones sutiles de atmósferas y personajes; Stravinsky (La Sacre), Strauss (Salome), Berg (Marie, de Wozzeck y Lulú), Puccini (Floria Tosca)…
Aušrine Stundyte es un animal de escena que lo da todo como cantante y actriz, capaz de pasar de la palabra desnuda a la plenitud lírica, siempre con el acento dramático justo, algo crucial cuando hablamos de un director de actores tan exigente como Bieito, que firma también la escenografía y el vestuario. Bieito recrea la permanente y cruel confrontación de la pareja protagonista –y las máscaras que esconden sus intenciones– con mil detalles en el gesto, el movimiento y la intensidad de matices vocales. Y la eliminación de Michael Bauer tamiza las diferentes atmósferas y acentúa el realismo turbador de la puesta en escena.
El barítono alemán Christian Miedl, que no ha tenido mucho tiempo para preparar un personaje muy complejo, se entregó a fondo, pero sin la rotundidad vocal de su pareja en el escenario. Completó el reparto con excelencia la soprano vasca Jone Martínez en un papel muy adecuado a sus medios.
Quienes tanto temen la ópera contemporánea, se asombrarán al saber que apenas hubo deserciones durante el espectáculo y que el compositor recibió clamorosas ovaciones en su regreso al Liceu –en esta ocasión con un montaje escenificado en la gran sala– tras su innovadora Hypermusic Prologue que estrenó en 2009 en el foyer del teatro.
Javier Pérez Senz
(fotos: David Ruano)