BARCELONA / OBC: Perianes brilla con Ravel y Elim Chan hace lo propio con Prokofiev
Barcelona. L’ Auditori. 20-V-2023. OBC. Javier Perianes, piano. Elim Chan, dirección. Obras de Unsuk Chin, Ravel , Prokofiev.
El pianista Javier Perianes volvía a visitar Barcelona un mes después de su recital celebrado en el Palau dedicado a Schumann, Granados, Wieck y Brahms. Junto a la OBC dirigida por Elim Chan, el pianista de Nerva afrontó en la noche del sábado el Concierto en Sol de Ravel en un Auditori que, a diferencia de los dos programas anteriores de la temporada de la orquesta, presentó una gran entrada. El concierto de Ravel compartió programa con Senza forza de Unsuk Chin y con la Sinfonía nº 5 de Serguei Prokofiev.
El Concierto en Sol de Ravel figura desde años atrás en el repertorio de Perianes. El derroche de talento, virtuosismo y expresividad del pianista andaluz para exponer una amplia gama de colores, nos revelaron un planteamiento interpretativo repleto de sugestivos contrastes. Tras los arpegios sobre las tonalidades de Sol y Fa sostenido, Perianes siempre buscó entablar en el movimiento inicial un diálogo de tú a tú con los efectivos orquestales; corno inglés, trompeta, fagot… un protagonismo siempre compartido con una orquesta estoicamente dirigida por Elim Chan.
Los sonidos lánguidos y los ritmos sincopados se sucedían en un torbellino de colores embriagadores, para adentrarnos acto seguido en los maravillosos treinta y ocho compases en solo que inician el Adagio assai. Sonoridades mágicas, oníricas, en su justo punto interpretativo de languidez, truncadas en el momento más sublime del soliloquio pianístico por un teléfono móvil inoportuno que rompió toda la atmósfera creada por Perianes. Como sucedió tres días antes en Madrid con el final de la Novena de Mahler, otro momento musical sublime estuvo arruinado por la telefonía. Habrá que poner remedio de una vez por todas. Perianes, impasible, continuó su discurso creciendo en la tensión musical para alcanzar el fortissimo central del movimiento con amplitud, elegancia, sin crispación. Luego, el retorno a una calma onírica, bajo una interpretación repleta de dulzura y elegancia expresiva.
El pianista andaluz convirtió el Presto final en una audacia de velocidad y nitidez de articulado, de exuberancia en los ataques de los acordes, de precisión en su rítmica incesante. Perianes en estado puro. La Orquesta dirigida por Emil Chan se mostró en el tercer movimiento excesivamente rígida, alejada de los matices que, a modo de ejemplo, Ludovic Morlot, titular de la OBC y especialista en el repertorio francés del siglo XX, había sabido extraer el pasado mes de enero dirigiendo el Concierto para la mano izquierda con Bertrand Chamayou como solista.
El concierto se abrió con la breve pero sugestiva obra de Unsuk Chin, Subito con forza, escrita en 2020 en conmemoración de los 250 años del nacimiento de Beethoven. Inspirada en los libros de conversación del compositor y con citas constantes a la obertura Coriolano, Subito con forza es una muestra audaz de orquestación, de imaginación, de sugestivos impactos sonoros. Cinco minutos que reflejan el talento de la afamada compositora coreana discípula de Ligeti, que transmitió una precisa OBC bajo la atenta dirección de Chan.
La directora de Hong Kong, quien ofreció el pasado mes de febrero una gira por España con la Sinfónica de Amberes, alcanzó sus mejores momentos con la Sinfonía nº 5 de Prokofiev, postrera de las grandes obras del período de guerra legadas por el compositor ruso. La directora brilló en los momentos apoteósicos, exuberantes; supo mantener el pulso con la exacta precisión requerida en los pasajes motóricos y obstinados del Allegro marcato. No desprendió la serena emoción y nostalgia que emana del Adagio, pero en los pasajes de tono festivo e irónico del Allegro giocoso pudimos encontrar lo mejor de su dirección. Buen trabajo de una directora que está llevando a cabo una prometedora carrera internacional.
Lluís Trullén
(foto: May Zircus)