BARCELONA / Mitsuko Uchida y la Mahler Chamber, entregados a Mozart
Barcelona. Palau de la Música Catalana. 11-I-2023. Mitsuko Uchida, piano. Mahler Chamber Orchestra. Obras de Mozart y Schoenberg
La gira que la pianista Mitsuko Uchida lleva a cabo junto a la Mahler Chamber Orchetra recaló en el Palau para ofrecer un programa que se enmarcaba en esos parámetros que establecieron ya en su primera gira, en 2016, con especial protagonismo para las obras concertantes de Mozart. A lo largo de los veinticinco años de trayectoria de esta orquesta autogestionada, la exigencia que marca su particular funcionamiento constituye entre sus músicos una premisa innegociable, que deriva en actuaciones que siempre buscan el más alto grado de excelencia. Y así, el Palau, con una gran entrada, disfrutó de la Mahler Chamber y de una Uchida que abocó todo su talento dirigiendo desde el piano dos conciertos de Mozart.
Abrió el programa el Concierto para piano nº 5 del compositor salzburgués, una de sus obras de juventud más colosales, en la cual deja a un lado el estilo galante y aboga por la vertiente más virtuosística del solista y por la luminosidad del Re Mayor. Con unos dibujos ornamentales, Uchida desplegó cada nota con precisión en la articulación, gracia y encanto. La onírica expresividad romántica y efectista que plasmó en el Andante y la frescura de los diálogos entre solista y orquesta en Allegro, con matices de fraseo perfectamente perfilados y con un articulado de meticulosa precisión, nos envolvieron en un Mozart que tenía dentro de su concepción clásica unos efectos de dinámicos bellísimas.
Por su parte, la orquesta en solitario abordó la siempre comprometida Sinfonía de cámara nº 1 op. 9 de Schoenberg, obra a caballo entre el postromanticismo y el dodecafonismo, y cuya base melódica, cimentada en el despliegue de un acorde de seis sonidos en cuartas ascendentes, conforma su base arquitectónica “como medio expresivo impresionista”, tal como cita Schoenberg en el capítulo XXI de su Tratado de Armonía. Impecable diálogo de la Mahler Chamber para enarbolar las complejas polifonías, adentrarse con precisión en las constantes modulaciones y ofrecer unos equilibrios de dinámicas precisos que permitieron discernir cada uno de los cánones. Lectura de gran belleza plástica y muy refinada en la claridad de su discurso.
De nuevo Uchida y la nutrida Mahler Chamber Orchestra aunaron su talento para sumergirse en el delicioso Concierto para piano nº 25 K. 503 de Mozart, página contemporánea a la Sinfonía Praga. Pianista y orquesta ahondaron en la vertiente más majestuosa del concierto, recalando en su sonido brillante y ahondando en el Andante con sutiles pianissimi y una lentitud por momentos excesiva. Como contraste, brilló la frescura con la que abordaron el Rondo sonata final, con un despliegue de virtuosismo y luminosidad acorde con la tonalidad de Do Mayor.
Fuera de programa, una aclamada Uchida ofreció una reflexiva interpretación del bellísimo Andante cantabile de la Sonata en Do K. 330, una delicada rúbrica mozartiana para un concierto delicioso.
Lluís Trullén