BARCELONA / Los ‘Ecos de la vida’ de Alice Sara Ott llegan con videoarte al Palau
Barcelona. Palau de la Música. 1-XII-2022. Alice Sara Ott, piano. Hakan Demirel, instalación de videoarte. Obras de Chopin, Tristano, Ligeti, Rota, Gonzales, Takemitsu, Part y Ott.
En el mes de noviembre de 2021, la pianista Alice Sara Ott estrenaba en Londres Echos of life, su décimo trabajo discográfico con Deutsche Grammophon, el cual ya han podido admirar ciudades como París, Múnich, Lucerna, Budapest y diversas localidades de Japón. Ahora, invitada por la temporada de la Franz Schubert Filhamornia, sus Ecos de la vida han llegado a Barcelona, siendo un ejemplo más del compromiso creativo que siempre ha acompañado a la pianista germano-japonesa. Como escribía Norman Lebrecht en agosto de 2021 en referencia a esta grabación discográfica, se trata de “un giro contemporáneo a los Preludios de Chopin”.
Los 24 Preludios de Chopin son la base de este proyecto. Entre ellos se intercalan selectas piezas pertenecientes a autores como Ligeti, Rota, Gonzales, Takemitsu o Part, acompañado todo ello de las imágenes del video creado por Hakan Demirel. Música e imágenes hipnóticas, delicadas, proyectadas en una gran pantalla sobre el escenario del Palau, que creaban una atmósfera visual de plácida serenidad, mientras los Preludios de Chopin sonaban en una versión apasionada, poética y también técnicamente deslumbrante en las manos de la pianista. Imágenes sugerentes de espacios arquitectónicos, iniciados con una visión que nos transportaba a un viaje interestelar mientras una delicada pieza de Francesco Tristano inspirada en el Preludio en Do Mayor del Clave bien temperado de Bach servía de preámbulo al Preludio en Do Mayor de Chopin.
Imágenes relajantes, con un guiño al suprematismo pictórico de Kazimir Málevich dieron luego pie a un plácido recorrido visual por una biblioteca imaginaria y al espacio geométrico con resonancias de las metafísicas arquitecturas de Giorgio de Chirico. Nuevas imágenes que recorrían la nave central de una imaginaria catedral gótica nos retornarían a las estrellas iniciales –con unos farolillos de evocación japonesa desapareciendo entre los luceros -, en esta ocasión con la música de Alice Sara Ott inspirada en el Lacrimosa del Requiem en Re menor de Mozart, acorde con la tonalidad del último de los preludios de Chopin.
Visiones plácidas que discurrían lentamente, estéticamente bellísimas y que acompañaban a una Alice Sara Ott inconmensurable en lo pianístico, con gamas de sonidos que abrazaron un amplísimo espectro para otorgarnos una lectura tremendamente pasional. La sutil música de Für Alina de Arvo Pärt fue interpretada casi en penumbra, el romántico Vals de Nino Rota transcurrió bajo sugerentes imágenes con el color verde de la hierba como protagonista y la música Ricercata I, Sostenuto de Ligeti nos sumergieron en esos ritmos ilusorios tan propios del estilo del compositor.
Alice Sara Ott, que en febrero de 2019 anunció que padecía esclerosis múltiple, siempre esbozó una sonrisa cuando se dirigió al público micrófono en mano para explicar este proyecto de Echos of Life o para anunciar que interpretaría fuera de programa la Gnossienne nº 1 de Satie. Ott mantiene una actitud que transmite energía y vitalidad, al igual que serenidad. Y, como siempre, sigue tocando los pedales del piano con los pies descalzos.
Lluís Trullén
