BARCELONA / El Monteverdi Choir celebra su sexagésimo aniversario con el oratorio “Israel en Egipto”
Barcelona. Palau de la Música. 18–III–2024. Monteverdi Choir. English Baroque Soloists. Dirección musical: Peter Whelan. Haendel, Israel en Egipto, HWV 54
El Monteverdi Choir celebra los sesenta años de su fundación con una gira que incluye la interpretación del oratorio bíblico Israel en Egipto. Acompañado por los English Baroque Soloists, la dirección musical ha recaído en Peter Whelan, substituyendo a John Eliot Gardiner quien, como ya es sabido, ha pospuesto su regreso a los escenarios. El punto de partida de la gira fue el Palau de la Música Catalana, sala que ha albergado memorables actuaciones del Coro Monteverdi bajo batuta de Gardiner. A lo largo de marzo esta versión de Israel en Egipto podrá escucharse en Luxemburgo, la londinense St. Martin in The Fields, en el Château de Versailles –con dirección de David Bates–, la Elbphilharmonie y, ya en el mes de julio, en el Festival de Salzburgo.
Esta nueva aproximación al oratorio haendeliano por parte de los dos conjuntos británicos fue ante todo brillante, luminosa, con un coro excelso, afrontando como solamente ellos saben las demandas virtuosísticas vocales que el compositor sajón plasmó en esta obra maestra. Tanto el Monteverdi Choir como los English Baroque Soloists han mantenido la esencia que plasmaron en la grabación realizada en julio de 1990 bajo la batuta de Gardiner y publicada por Philips.
La interpretación se decantó por la habitual versión que incluye “El éxodo” y “El cántico de Moisés”. Como es práctica habitual, se descartó la primera parte, “El lamento de los israelitas por la muerte de José”, incluida en la versión del estreno de 1739 y escogida por las versiones discográficas de Andrew Parrott y Stephen Cleobury.
El coro estuvo encabezado por las voces de una sublime, no es ninguna sorpresa, Julia Doyle, con un impecable James Hall, la bellísima voz del tenor Nick Pritchard y un Tristan Hambleton que junto al bajo Jack Comerford, hicieron las delicias de los oyentes en “The Lord is a man of war”. La dirección de Peter Whelan buscó incidir en todos los efectos que Haendel desplegó en la descripción musical de los episodios bíblicos. El granizo, el zumbido de las moscas, el croar de las ranas, la separación del mar Rojo, cobraban un alto grado de efectismo bajo la batuta del director artístico de la Irish Baroque Orchestra & Marsyas Ensemble.
El Coro Monteverdi y los English Baroque Soloists entretejieron una verdadera filigrana de matices sonoros para describir todos los pormenores narrativos del “Exodo”. Las plagas, la marcha de los israelitas bajo el mando de Moisés, la separación de las agua, la persecución muerte de los egipcios en las aguas del Mar Rojo… una lectura sumamente eficaz y con una nitidez que Whelan moldeó con exquisitez. La solemnidad interpretativa rodeó la segunda parte, “El Canto a Moisés”. Fueron impecables las participaciones de los solistas vocales: Julia Doyle y Amy Wood estuvieron espléndidas en el dúo “The Lord is my strength” y James Hall cantó admirablemente el aria “Thou shlat bring them in”. La majestuosidad relució en el brillantísimo “The Lord Shall reign”, que abre los números finales, con un coro que se mostró imbatible ante la interpretación de este repertorio. Una versión despedida con una oleada de bravos por un público que no llegó a llenar por completo el Palau.
Lluís Trullén
(fotos: A. Bofill)