BARCELONA / ‘Antony & Cleopatra’ de John Adams impone en el Liceu su intensidad dramática

Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 28-X-2023. Julia Bullock, Gerald Finley, Alfred Walker, Adriana Bignagni Lesca, Paul Appleby, Äneas Humm, Elisabeth DeSchong. Dirección de escena: Elkhanah Pulitzer. Dirección musical: John Adams. John Adams: Antony & Cleopatra.
Ver a John Adams dirigiendo en el Gran Teatre del Liceu el estreno europeo de Antony & Cleopatra, es un relevante acontecimiento que vuelve a situar al coliseo lírico barcelonés en el primer plano de la escena internacional. Ópera en dos actos, estrenada en 2022 en la Ópera de San Francisco para celebrar el centenario de la compañía, esta adaptación de la obra teatral de Shakespeare incorpora fragmentos escritos por Virgilio y Plutarco en un libreto del propio compositor, asistido en la dramaturgia por Lucia Scheckner y la directora de escena Elkhanah Pulitzer.
A pesar de cierta monotonía en el tratamiento vocal y el uso de una discreta amplificación, hay escenas de alta intensidad dramática que la puesta en escena de Pulitzer resuelve con eficacia en un atractivo montaje ‒coproducción de la Ópera de San Francisco, Metropolitan Opera House y Liceu‒ con escenografía de Mimi Lien, vestuario de Constance Hoffman e iluminación de David Finn.
Pulitzer ambienta el declive de la República romana y el ascenso del Imperio, personificado en el joven Octavio (Augusto) César en la Roma de Mussolini y el ascenso del fascismo ‒con proyecciones videográficas de Bill Morrison‒ en una propuesta que en algunas escenas remite a la edad de oro hollywoodiense y su despliegue mediático, con un lujoso vestuario que evoca la majestuosa Cleopatra de Elizabeth Taylor.
El compositor estadounidense, que en 2018 celebró su 70º cumpleaños dirigiendo en el Palau de la Música un concierto monográfico con la OBC, el Attaca Quartet y los coros del Palau, muestra su hábil e impactante sentido del drama teatral y su talento como orquestador en una partitura de gran riqueza tímbrica ‒el uso del címbalo añade un color muy especial al tejido orquestal‒ e incisiva pulsión rítmica. Aunque en ocasiones parezca fácil sobre el papel, la música de Adams es muy difícil para la orquesta, que debe trabajar a fondo para conseguir la sensación rítmica adecuada. De hecho, Adams utiliza en sus óperas el minimalismo, pero mezclado con otros tipos de música popular americana, y ha forjado un lenguaje cada vez más rico y complejo. Hay ecos de Wagner y Britten en los interludios y escenas espectaculares, como la batalla naval de Acteón que cierra el primer acto, de gran lucimiento orquestal.
Pero lo que de verdad interesa a Adams y a Pulitzer es subrayar las múltiples caras de la relación de amor y odio entre dos amantes maduros, Antony y Cleopatra, aprisionados por sus deseos, ambiciones, obligaciones y temores. Y es en la fragilidad de los personajes donde afloran los momentos más emocionantes gracias a la íntima conexión de texto y música que el barítono Gerald Finley y la soprano Julia Bullock aprovechan para mostrar un amplio abanico de matices y colores vocales. Ha tenido suerte el Liceu con Bullock; Adams escribió el papel de Cleopatra específicamente para esta gran cantante y actriz, pero no pudo asumirlo en el estreno en San Francisco por su reciente maternidad, así que lo ha interpretado por primera vez en el coliseo de la Rambla y, la verdad, es un grandísimo papel, agotador y exigente, que culmina con un último encuentro con su amante y una escena del suicidio de gran impacto.
Espléndido, por entrega y recursos, Finley como Antony de ricos matices, en perfecta sintonía con Bullock. Paul Appleby como bien perfilado César Augusto y la gran calidad de Alfred Walker, Adriana Bignagni Lesca y Äneas Humm en los papeles de Enobarbus, Charmian y Agrippa fueron elementos destacados en un bien cohesionado reparto completado con acierto por Brenton Ryan (Eros), Milan Perisic (Scarus), Elizabeth DeShong (Octavia), Guillem Battlori (Lepidus), Toni Marsol (Maecenas) y Marta Infante (Iras).
Javier Pérez Senz