BAEZA / Autenticidad de “Oficio de Completas”
Baeza. Santa Iglesia Catedral. 5-XII-2019. XXIII Festival de Música Antigua de Úbeda y Baeza. Capella Prolationum. Ensemble La Danserye. Director: Fernando Pérez Valera. Oficio de Completas para la Catedral de Baeza, con música de Manuel Tavares y Juan Ramírez.
Entre los objetivos primordiales del Festival de Música Antigua Úbeda y Baeza (FeMAUB) está la recuperación de patrimonio desde el descubrimiento, estudio, montaje e interpretación. Es ahí donde hay que situar la génesis del programa de este concierto que, recordando las magistrales Vespre della Beata Vergine de Claudio Monteverdi de la anterior edición del Festival interpretadas por los mismos grupos, había despertado una gran expectación.
Fernando Pérez Valera, director del grupo instrumental Ensemble La Danserye, ha imaginado, reconstruido y puesto en valor, mediante la agregación de algunos salmos y cánticos encontrados en el cuarto volumen de polifonía de los archivos de la Catedral de Baeza, el que podría ser un íntegro Oficio de Completas, última oración del día de la liturgia de las horas, que no llegó a tener tanta importancia como la de Laudes o la de Vísperas, que siempre fueron por el contenido, intención orante y extensión de sus versículos, tenidas más en cuenta por los músicos y maestros de capilla de templos y catedrales.
El resultado ha sido todo un logro de autenticidad en investigación musicológica implementada por una seria interpretación, realizada en el propio escenario en que aquellos cánticos sonaron en el primer tercio del siglo XVII, y pensada para la participación de la mayoría de los miembros de la capilla musical catedralicia incluido el grupo instrumental de ministriles, cuyo conjunto era más habitual interviniera en los Sábados de Cuaresma. En este concierto se ha podido percibir cómo las chirimías y las voces tiples lograban unas mixturas tímbricas de muy agradable y sorprendente efecto, que enriquecían y reforzaban el mensaje de unos textos pensados para inducir a los fieles al fervor y a la meditación.
No cabe hacer mención especial de algunos de los pasajes interpretados, ya que la actuación tuvo en su totalidad tal grado de fidelidad y belleza que llevó al público a un estado de atención y silencio de connotación religiosa, escenificándose tal oficio con los músicos y cantores alrededor de un pequeño facistol como silente soporte de los libros de música. Tal disposición ayudaba a imaginar aquellos momentos pretéritos en los que la métrica del canto era indicada con una cadencia de gestos a cargo del guía que tenía esta función en la capilla, como ha sucedido en este concierto que se iniciaba con un pasaje de acción de gracias por el auxilio divino, seguido de otros responsorios y salmodias como anticipo de otros que contenían providentes rogatorias de protección para la noche.
Es necesario hacer mención de los autores de las músicas interpretadas. Por un lado encontramos al maestro de capilla portugués Manuel Tavares y por otro a su sucesor en el cargo Juan Ruiz Ramírez. En algunos pasajes, siguiendo los patrones de los cantos litúrgicos de la época, comparten autoría, que dejaba una sensación de preciosa y continuada univocidad.
Para terminar el oficio, se cantó la antífona a cuatro voces de Francisco Guerreo, Salve Regina, obra que se interpretaba habitualmente en la época y que venía a poner un esplendoroso broche final a uno de los momentos culminantes de esta edición del Festival, que dejaron al público conmovido de emoción ante el fervor que destilaban estos cantos que, como diría Agustín de Hipona, redoblaban el sentido y valor de la plegaria. Se volvían a tener las sensaciones del pasado año en el que estos dos grupos que, acompañados en aquella ocasión por Ensemble La Fenice, protagonizaron una extraordinaria velada monteverdiana que quedó como una de las jornadas inolvidables de la historia del Festival.
José Antonio Cantón
(Foto: Jesús Delgado)