Anna Netrebko, de nuevo en el ojo del huracán, ahora a causa del ‘blackface’
El mundo de la música llamada clásica parece instalado en una polémica eterna, en la que no hay decisión que se tome que no sea motivo de desaprobación. Quien ahora se ve envuelta en una nueva controversia es la soprano Anna Netrebko, pero no ya, como sucedió meses atrás, por no posicionarse en contra de la invasión de Rusia a Ucrania, sino por el uso del denominado blackface, es decir, el maquillaje que al que se recurre para oscurecer la piel en determinados papeles operísticos.
El empleo de blackface quedó prohibido en Estados Unidos a principios de los años 60, pero en el resto del mundo ha seguido siendo visto con absoluta normalidad hasta hace bien poco (sirva el ejemplo en España de las cabalgatas de los Reyes Magos, en los que algún personaje de la vida pública española se embetunaba la cara para el papel de rey Baltasar).
El Festival de Verona, en su 99º edición, rinde este año homenaje al director de escena Franco Zefirelli, de que se repondrán cuatro de sus más afamadas producciones: Carmen, La traviata, Turandot y Aida. Netrebko ha intervenido en la función de Aida del pasado día 8 y está previsto que lo haga en las de los días 16 y 28 del presente mes, en el rol principal, el de la esclava-princesa etíope Aida. El runrún contra Netrebko comenzó hace unos días cuando en su cuenta de Instagram publicó una foto de los ensayos. Uno de sus fans preguntó a la soprano si era necesario el blackface, a lo que Netrebko respondió: “No voy a ser una Aida blanca. Blackface y blackbody para los príncipes etíopes, para la mejor ópera de Verdi, sí”.
Algunos de esos fans le han recordado a Netrebko que la soprano Tamara Wilson se convirtió en 2019 en la primera soprano en 106 años en interpretar Aida en la Arena de Verona sin recurrir al blackface, por considerarlo políticamente incorrecto.
Otros cantantes como la mezzosoprano Jamie Barton, el tenor Nicholas Phan o el bajo-barítono Michael Sumuel también se muestran contrarios a oscurecer los rostros para encarnar papeles operísticos. “El blackface es y siempre fue asquerosamente inadecuado. ¿Por qué seguimos con esto? ¿No resulta obvio? Anna Netrebko y el Festival de Verona, hacedlo mejor. De verdad que no es tan difícil”, ha escrito en sus redes sociales Barton.