ALMADA / ‘Summertime’ en el Convento dos Capuchos

Almada. Convento dos Capuchos. 28-V-2023. Festival dos Capuchos. Mezzosoprano: Deniz Uzun. Piano: Filipe Pinto-Ribeiro. Obras de Berlioz, Brahms, Korngold, Berg, Marx, Mahler, Montsalvatge y Gershwin.
Después de un primer concierto en su “sede” histórica (el magnífico Convento de los Capuchinos de Caparica), y posteriormente “descentralizado” hacia el Teatro Municipal Joaquim Benite, en el centro de la ciudad de Amada, el primer fin de semana del Festival de Música dos Capuchos 2023 (que continúa durante tres fines de semana más) vuelve, para su tercer concierto a la muy confortable y acústicamente bien equipada sala del edificio conventual. Y esta vez son la mezzo alemana (de origen turco) Diniz Uzun y el pianista portugués (afincado en Berlín) David Santos, quienes interpretan un programa enteramente dedicado al verano, con las más bellas melodías, canciones y Lieder que celebran esta estación de pasión y amor.
La velada comienza con la que quizás sea la más conocida de todas las melodías “estivales”, las célebres Nuits d’été de Hector Berlioz, de las que interpretan –inicialmente– las dos primeras canciones del ciclo: Vilanelle y Le Spectre de la rose, antes de intercalarlas con Lieder alemanes (todos con la palabra Sommer incluida en su título), para terminar con Sur les lagunes y L’île inconnue, otras dos de las seis melodías que componen el ciclo de Berlioz, y que cierran la primera parte del concierto. Con una pronunciación francesa impecable, sin el menor atisbo de acento germánico, esta cantante, a la que no habíamos escuchado antes, ha sido una revelación: cómoda en todos los registros, sabe utilizar su voz muy homogénea, de bello timbre a la vez redondo y oscuro, para expresarse con finura y sensibilidad, acompañada de intenciones musicales muy finas, entre luces y sombras a medida que se desarrollan los diferentes estados de ánimo. Y en su propia lengua, la de Goethe, a través de Sommerabend de Brahms, Sommertage de Berg, o Laue Sommernacht de Alma Mahler, el texto se expresa de forma aún más precisa, con una implicación impecable, y además de una magnífica parte de mezzo, despliega -para nuestro deleite- los colores oscuros de su parte inferior, cuando la nostalgia y la languidez prevalecen sobre todo lo demás.
Y en la segunda parte, tras el francés y el alemán, Deniz Uzun se expresó con la misma soltura y éxito en la lengua de Cervantes y luego en la de Shakespeare, empezando por las poco habituales Cinco canciones negras (1945) de Xavier Montsalvatge (1912-2002), un ciclo de cinco canciones con las que el compositor catalán quiso rendir homenaje a la isla de Cuba y a los ritmos afrocubanos de los emigrantes que habían desembarcado en las costas catalanas a finales del siglo XIX. El temperamento explosivo y la sensualidad a flor de piel de la mezzo dieron alas a estas piezas, tan raras como hechizantes, y causaron una gran impresión en el público, que la recibió calurosamente al final de la colección. La velada se cerró con cuatro canciones de George Gershwin, entre ellas las célebres The Man I Love y Summertime, también interpretadas con gran sensualidad y encanto, y con una interpretación violentamente sincopada de este “hit”, que permite a la artista atraparnos –y no soltarnos– desde los primeros compases. Pero preferimos la más rara Vodka, que Deniz Unzun cantó totalmente borracha, con un humor y una burla de sí misma cautivadores, sobre la palabra “Vodka”, que pronunció cada vez con un fuerte acento ruso, redoblando el efecto cómico de esta melodía, para la que nos mostró todas sus dotes de actriz… Y ahora soñamos con escucharla en un escenario de ópera, ya que al día siguiente parte hacia Budapest y su Festival Wagner, donde interpretará los papeles de Fricka y Waltraute en la Tetralogía.
Emmanuel Andrieu
(foto: Rita Carmo)