VIGO / Sesión de hardcore (y concientización política) en Vertixe 11
Vigo. MARCO. 14-X-2023. Vertixe Sonora. Obras de Robin, Ibarra y Ferrer-Orozco.
Dentro del importante crecimiento que el repertorio contemporáneo ha experimentado en Galicia a lo largo de la última década, destaca el hecho de que en la actualidad esta comunidad autónoma cuente con hasta cuatro festivales anuales especializados en dicho repertorio; tres de ellos, en primavera: el Ciclo de Música Contemporánea de Lugo MIHLSons-XXI, el Festival RESIS de Música Contemporánea y Artes Vivas de La Coruña, y las Xornadas de Música Contemporánea de Santiago de Compostela; y uno, en otoño: el festival Vertixe.
Organizado por el ensemble Vertixe Sonora, nos quedamos hoy con este último, un festival que en 2023 alcanza su undécima edición ofreciendo al público de Vigo, Pontevedra y Santiago un cartel con nueve conciertos (que van desde la música electrónica a la ópera) y un gran número de residencias artísticas, relatorios y conferencias abiertas a la ciudadanía. De entre los cuatro festivales que cada año jalonan la contemporaneidad gallega, sobresale el festival Vertixe por su apuesta por las últimas tendencias musicales, así como por la creación en tiempo real, con abundantes estrenos de compositores españoles, austriacos, iraníes, mexicanos, marroquíes, nigerianos y sudafricanos, entre otras nacionalidades.
La mayor presencia de compositores africanos en esta edición se enmarca dentro de una coproducción de Vertixe Sonora con el Festival Internacional de Música de Canarias, la International Society for Contemporary Music y los World Music Days 2023, festival que se celebrará en Sudáfrica con presencia de Vertixe el próximo 2 de diciembre en Ciudad del Cabo, representando a España (una de las dos residencias internacionales del ensemble gallego este otoño, pues en noviembre volará Vertixe a México para presentarse en el Festival Internacional de Música Nueva Interciclos de Querétaro).
Precisamente de México procede uno de los protagonistas del concierto del que hoy les damos cuenta: el compositor, performer e intérprete de música electrónica Iván Ferrer-Orozco. Todas esas dimensiones en las que Ferrer se ha especializado le serían de la mayor utilidad en el programa que el pasado sábado compartió, en el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, con uno de los fundadores de Vertixe Sonora, el saxofonista Pablo Coello, con quien abordó lo que las notas de presentación de este tercer concierto de Vertixe 11 califican como «sesión de hardcore sonoro y brutalidad ruidista».
La primera partitura del concierto, Art of Metal II (2007), fue escrita por el compositor francés Yann Robin para electrónica y el impresionante clarinete contrabajo metálico de Alain Billard, miembro del Ensemble intercontemporain que estrenó las tres partes que conforman Art of Metal (2006-08), un ciclo compuesto en paralelo al momento en que los musicólogos Nicolas Darbon y Omer Corlaix, así como el filósofo Jean-Luc Marion, establecían, en 2008, los presupuestos estilísticos de la saturación musical, corriente en la que Art of Metal se inscribe, con su monstruosidad, caos y exceso.
La versión de Art of Metal II preparada por Pablo Coello en 2015 para saxofón bajo y electrónica incide en esas mismas características, reforzando la cavernosa sonoridad del ciclo y la exploración tímbrica del brillo de su instrumento, así como los procesos de energía que se despliegan desde el saxofón: auténtico magma que se multiplica a través de la electrónica en tiempo real (controlada por Iván Ferrer-Orozco). El bruitismo que Art of Metal II pone en escena requiere un trabajo por parte del intérprete que tanto impone una digitación hiperactiva, con su continua convulsión rítmica, entre el espasmo y el desasosiego, como una articulación en las sonoridades de aire producidas en la boquilla realmente espectacular, algo en lo que Pablo Coello ha vuelto a dejar sus habituales muestras de magisterio en un repertorio que domina como pocos saxofonistas en España. Lo reducido del recinto donde se desarrolló el concierto (la sala de conferencias del MARCO vigués), acentuó la sensación de opresión acústica y el impacto, rodeados por el entramado de altavoces dispuesto por Ferrer-Orozco.
Con la segunda partitura del concierto, Insight (2023), Vertixe ha vuelto a ofrecer un nuevo estreno de Víctor Ibarra, compositor mexicano con el que el conjunto gallego lleva vinculado desde el año 2011, cuando estrenaron Estudio sobre el gris y el verde; una relación a la que se suma el estupendo compacto que Vertixe Sonora publicó en el sello alemán NEOS, incluyendo otras partituras de Ibarra estrenadas por Vertixe, como el Homenaje a Francisco Toledo (2014), concierto para saxofón y ensemble que hace nueve años tuvo a Pablo Coello como solista en su primera audición mundial.
Aunque Homenaje a Francisco Toledo había sido pensado por Víctor Ibarra para saxofón bajo, finalmente el estreno en Vigo tuvo lugar con saxofón barítono, instrumento que parece haber convencido al compositor mexicano, pues es para éste para el que Ibarra ha compuesto Insight. Estamos ante una obra que comparte la convulsión de Homenaje a Francisco Toledo, aunque ahora concentrada en un solo instrumento que, en manos de Pablo Coello, parece multiplicarse, ofreciendo una escritura más refinada que la de Yann Robin. Ello se debe, en parte, al mundo de más delicados matices al que Ibarra nos remite en su partitura: el de los procesos psicológicos que guían la visión interna que de nosotros mismos tenemos en los sucesivos pasos de la resolución de un problema.
Según nos contó al comenzar el concierto el director artístico de Vertixe Sonora, Ramón Souto, la estructura en cuatro partes de Insight responde a esos cuatro momentos que recorre nuestra mente desde el desbordamiento inicial ante un problema hasta la visión profunda de su solución. Es por ello que, si Art of Metal II parecía proyectar el saxofón hacia el exterior, en Insight se da una continua búsqueda de la interioridad, enfrentado el caos y el desorden (por medio de técnicas ruidistas con profusión de aire sin tono y efectos percusivos en el saxofón) con una lógica que se asocia al lenguaje armónico, a un orden que, en su desarrollo, comprende desdoblamientos armónicos tan habituales en los instrumentos de viento trabajados por Ibarra como los multifónicos.
La explicitación de esas primeras fases del proceso psicológico-musical desarrollado por Ibarra muestran un saxofón que combina técnicas extendidas y voz, con un punto desquiciado, evidenciando un diálogo interior marcado por la duplicidad entre notas y aire sin tono. Otro aspecto crucial es la pulsión rítmica, tan gestual, irregular y espasmódica en las primeras fases de Insight, oponiéndosele unos multifónicos que aquietan los impulsos más viscerales, abriendo atisbos de luz: espectros armónicos iridiscentes que Ibarra utiliza con una intención tímbrica y colorista. Las sucesivas fases de organización de los materiales, de forma más racional, van descubriendo nuevos matices en esa estructura a modo de laberinto sonoro a la que el compositor mexicano nos acostumbra. Así, frases y melodías ensayan soluciones en el proceso psicológico referido en Insight, si bien se van progresivamente desmoronando sin afianzar sus logros. En un giro sorpresivo, cuando parecía que el trabajo armónico iba consolidando un discurso, en los últimos compases Coello retira la boquilla de su saxo barítono y da un nuevo sentido a los materiales precedentes, convertidos en otra forma de textura, al variar algunos de ellos en frases directamente entonadas en el tudel del saxofón. Con este final tan genuinamente ibarriano, con la conquista de un nuevo paisaje tímbrico como trascendencia de un proceso humano conflictivo, Vertixe suma otra importante partitura del mexicano a su fructífera colaboración desde hace doce años.
En el caso de Iván Ferrer-Orozco, la relación con Vertixe se remonta al 2016, con el estreno en Santiago de Compostela de Wild Ox. Dos años después, llegaba Corrosion Resistance (2018), partitura para saxofón bajo y jockey de medios electrónicos concebida por Ferrer para su estreno en la Vieja Cárcel de Lugo. Tras un proceso de documentación sobre las condiciones de vida en dicha prisión, Corrosion Resistance nos remite, como su nombre sugiere, a los procesos de degradación de un ser humano hacinado en espacios minúsculos y sometido a un trato vejatorio. La resistencia, por el contrario, viene dada por la confraternización entre los presidiarios y por la cultura (lectura, teatro, poesía, música) como vínculo humano frente al horror y el olvido.
Es por ello que pocos lugares en nuestro mapa museístico podrían resultar tan apropiados para volver a acoger una interpretación de Corrosion Resistance como el MARCO vigués, museo que, en sus orígenes, también fue una prisión (construida casi al mismo tiempo que la lucense). Cual llegados desde la noche carcelaria de los tiempos, en el MARCO han rebrotado los gritos, la pulsión y el nerviosismo que explotan en el saxofón bajo de Pablo Coello: un saxofón cuyos alaridos y ataques extendidos filtra la electrónica de Iván Ferrer-Orozco, haciéndolos rebotar entre los altavoces, como si se tratase de un presidio sin escapatoria. Dicha superposición, inicialmente tan tensa y abigarrada, crea una amalgama de violencia desatada, un estado de profunda inquietud que dialoga muy estrechamente con la partitura de Víctor Ibarra. Como aquélla, Corrosion Resistance ensaya modos de huida desde una situación traumática, si bien aquí la tensión armónica resulta más expresionista, extrema y acerada, como muestran unos slaps cuya virulencia parece la de unos latigazos, alcanzando pasajes de un ensañamiento y de una tensión musical muy considerable.
Una suerte de canto quebrado irá aglutinando materiales en el final de Corrosion Resistance, así como dejando sonoridades que remedan lo fisiológico, como los latidos del corazón, antes de un epílogo en el que los ecos del saxofón (las voces de los presos) quedan reverberando en fuga entre los altavoces: progresivo diminuendo de esos mensajes del pasado cuyo olvido nos conduce a esa amnesia histórica y social que sólo nos puede dejar en la antesala de algo tan atroz como innecesario: la repetición de nuestro pasado. Son, éstos, algunos de los mensajes netamente políticos y concientizadores que, bajo muchas capas de saturación acústica y decibelios, se encontraban en este nuevo programa de Vertixe Sonora en su undécimo festival.
Paco Yáñez
(Fotos: Manuel González)