Richard Strauss por Andris Nelsons, de Boston a Leipzig
Richard Strauss intensificó sus clases de inglés, a comienzos de 1904. Había solicitado una excedencia en la Ópera berlinesa para emprender su primera gira norteamericana en compañía de su esposa, la soprano Pauline de Ahna. Entre febrero y abril, dirigió más de una veintena de conciertos, que incluyeron el estreno absoluto de su Sinfonía doméstica, en el Carnegie Hall de Nueva York, o sus polémicas actuaciones en el centro comercial Wanamaker’s, al tiempo que acompañó a su esposa en una docena de recitales de Lieder. Uno de ellos tuvo lugar en la capital de Massachusetts, al igual que una de sus veladas sinfónicas, donde dirigió a la Sinfónica de Boston sus poemas sinfónicos Don Juan y Don Quijote junto a la escena de amor de su ópera Feuersnot.
El concierto tuvo lugar en el Symphony Hall, una sala inaugurada en 1900 que seguía el modelo de la segunda Gewandhaus de Leipzig. Y el resultado dejó muy satisfecho al compositor. “La orquesta de Boston es maravillosa, su sonido y su técnica dan fe de una perfección que rara vez he encontrado”, reconoció en una carta. Es posible que Strauss conociese previamente estas virtudes por su amigo Arthur Nikisch, que había sido el titular del conjunto hasta 1893. Nikisch, ahora convertido en flamante responsable de la Filarmónica de Berlín junto a la orquesta de Leipzig, promovió el nombramiento de Strauss, en 1907, como primer director invitado de la Gewandhaus, a la que dirigió habitualmente sus poemas sinfónicos y algunas óperas.
Estas conexiones entre Boston y Leipzig fueron esbozadas por el director letón Andris Nelsons cuando tomo posesión como 21º Kapellmeister de la Gewandhaus, en febrero de 2018. Enseguida promovió un curioso hermanamiento entre ambas orquestas, como se ha hecho entre tantas ciudades, tras las Segunda Guerra Mundial, como una forma de favorecer el contacto humano y el intercambio cultural. Y Deutsche Grammophon acaba de lanzar el primer resultado discográfico de esa alianza orquestal, centrado precisamente en la música de Richard Strauss. Una caja de siete discos con la integral de sus poemas sinfónicos, desde Aus Italien a Metamorphosen, pero también con suites y fragmentos orquestales de varias óperas y ballets desde la referida Feuersnot hasta Schlagobers, pasando por la popular Danza de los siete velos de Salome, la suite de Der Rosenkavalier, la fantasía sinfónica de Die Frau ohne Schatten y los interludios de Intermezzo.
Para este proyecto se ha contado con solistas importantes, como el violonchelista Yo-Yo Ma, en Don Quijote, la pianista Yuja Wang, en Burleske, y el organista Olivier Latry en el Festliches Präludium. En esta última composición, que Strauss escribió, en 1913, para la inauguración del Konzerhaus de Viena, ambas orquestas unen sus fuerzas coincidiendo con la visita que hizo la Gewandhaus a Boston, en octubre de 2019. De hecho, salvo cinco registros de Boston, realizados entre 2017 y 2019, el resto ha sido grabado entre febrero y octubre de 2021, aprovechando la inactividad y los cierres durante la pandemia.
Nelsons dirige ahora un Strauss menos energético que en sus registros de hace una década, con la City of Birmingham Symphony Orchestra, pero con mayor carga emocional y hondura musical. Lo podemos comprobar en su nueva versión para DG de Don Juan grabada en Leipzig, en junio de 2021, frente a la registrada diez años antes con la CBSO para Orfeo. Y lo mismo podría decirse de Una vida de héroe, de mayo de 2021, frente a su registro de 2009 en Birmingham. A grandes rasgos, las grabaciones con Gewandhaus tienen mayor nivel orquestal, aunque las interpretaciones más inspiradas proceden de Boston. Un ejemplo de esto último sería el impresionante Till Eulenspiegel, grabado en mayo de 2019, junto a la Sinfonía alpina, de finales de 2017, el registro más temprano de la caja. Pero también destacan los fragmentos orquestales operísticos registrados en Boston, como es el caso de la fantasía sobre La mujer sin sombra, frente a la suite de El caballero de la rosa de Leipzig. No obstante, los cuatro interludios de Intermezzo son otra de las cúspides musicales de este lanzamiento y fueron grabados en Boston, en marzo del año pasado.
Pero la pandemia ha vuelto a trastocar los planes. Y la orquesta de Boston ha cancelado su gira europea que iba a realizar, del 15 al 24 de mayo, por París, Viena y Hamburgo junto a la esperada visita de la orquesta de Massachusetts a su “hermana” de Leipzig. La razón oficial han sido “las crecientes preocupaciones acerca del reciente aumento en el número de casos de covid-19 en Europa y los Estados Unidos y la potencial interrupción de los viajes durante una gira por varias ciudades en el extranjero”, tal como anunció, el pasado 11 de abril, la orquesta norteamericana en su página web. Ya vendrán tiempos mejores, pero al menos podemos disfrutar ya de esta magnífica caja que la plataforma Qobuz ha lanzado en alta resolución (24-bit / 96 kHz) y Apple Music ofrece en Dolby Atmos.
Pablo L. Rodríguez