La ciudad de Bolonia dedica un nuevo festival a Ottorino Respighi
Ottorino Respighi, el más destacado exponente del sinfonismo italiano de principios del siglo XX, tendrá por primera vez un festival a él dedicado en su ciudad natal, Bolonia. Si bien su “Trilogía romana” se ha asentado de manera estable en el repertorio de todas las orquestas, el resto de la amplia producción del compositor no goza de la misma difusión pese a su indudable calidad artística, a su talento como orquestador y al pionero interés que mostró por la música antigua.
Con el objetivo de redescubrir y valorizar no sólo la obra completa de Respighi, sino también la de sus contemporáneos, el Festival Respighi Bolonia ofrece nueve citas, que tratarán de recorrer las rutas del músico desde su ciudad natal hasta Roma, pasando por Londres y Escocia, Rusia y América del Norte o Brasil, donde cosechó notables éxitos.
El concierto inaugural del 16 de septiembre correrá a cargo de Misha y Lily Maisky (violonchelo y piano), quienes, además del Adagio con variaciones de Respighi, interpretarán obras de Rimski-Korsakov (profesor de Respighi), Chaikovski y Rachmaninov. La velada de clausura, el 23 de septiembre, tendrá como protagonista de excepción al violinista Ilya Gringolts, acompañado por la Orquesta del Conservatorio “G.B. Martini” dirigida por Luciano Acocella. Se interpretarán el Concierto gregoriano y la Boutique fantasque de Respighi junto a la Suite à Jean Huré de Alfredo Casella.
Por su parte, la Orquesta Senzaspine y el organista Andrea Macinanti interpretarán la Suite para órgano y orquesta del compositor boloñés (18 de septiembre), mientras que la Filarmónica Arturo Toscanini participará primero en un “concierto mecánico”, en el que un Steinway gran cola, equipado con un dispositivo Vorsetzer, reproducirá los rollos originales de las interpretaciones de Respighi y Casella (19 septiembre); al día siguiente, y bajo la batuta de Sasha Yankevich, ofrecerá las Antiguas arias y danzas para laúd junto con otras transcripciones orquestales de Mahler y Ravel.
También tendrá lugar una jornada de estudios comisariada por el musicólogo Piero Mioli, mientras que la compositora Virginia Guastella se ha encargado de cumplir un deseo de Respighi nunca realizado: adaptar para el cine las músicas de su obra teatral La bella durmiente, que en esta ocasión conformarán la banda sonora de la película Dornröschen de Paul Leni (1917).