El Ensemble Semura Sonora graba “Miércoles de tinieblas”, con música olvidada de la Catedral de Zamora
Los archivos musicales españoles son una fuente continua de sorpresas. En el año 2016, la oboísta zamorana Clara Espinosa, siendo aún estudiante en la Schola Cantorum Basiliensis, descubrió por casualidad en una estantería familiar el catálogo del archivo musical de la Catedral de Zamora. Junto con el trompa francés Lucien Julien-Laferrière, comenzaron a sumergirse en un verdadero trabajo de arqueología musical.
De su sueño de volver a escuchar las sonoridades olvidadas en estos antiguos manuscritos surgió el Ensemble Semura Sonora [en la foto] y un ciclo de conciertos que culmina ahora en la publicación del disco Miércoles de tinieblas, en el sello francés Seuletoile.
La grabación rescata la figura de los maestros de capilla de la catedral zamorana Juan García de Salazar (1639-1710) y Alonso Tomé de Cobaleda (1683-1731), encargado de sucederle y de instaurar en Zamora unos nuevos estilos que, a través de Madrid, iban llegando desde Italia.
El disco presenta aquellas obras que fueron cantadas en los oficios de Maitines y Laudes de un Jueves Santo (cuya celebración litúrgica tenía lugar en la tarde-noche del miércoles, de ahí el título del disco) de la década de 1720, en estructura, orden y configuración específicamente hispanas, que constaba de las tres lamentaciones del día correspondiente en los Maitines, el motete Christus factus est (con una sola frase el miércoles, dos el jueves y tres el viernes) al que seguía, tras un Pater noster rezado en voz baja, el Miserere, y terminando con el strepitus, en donde niños hacían sonar carracas y adultos golpeaban maderas y verjas en metáfora del terremoto que vino con la muerte de Cristo, práctica que se ha querido revivir en esta grabación.