Los colores de la música
Vassily Kandinsky pintó en 1910 su primera obra abstracta, una acuarela que dio principio, justamente, a la abstracción pictórica. El arte visual se desprendía de referencias a objetos externos al cuadro, convirtiéndose en objeto de sí mismo. Esto es muy sabido, tanto como su deuda posterior con la geometría en la tarea de Piet Mondrian, por ejemplo.
Menos se menciona lo decisiva que fue para el abstraccionismo la música. Ya Goethe había pensado la relación entre los colores y los sentimientos por mediación de la música, de modo que la pintura podía resultar musical tanto como la música, pictórica. Kandinsky lo tuvo en cuenta, junto con la psicología de la percepción, y así es que sus primeros esquicios se llamaron Improvisaciones y sus posteriores trabajos, Composiciones. Lo siguió Kupka con titulos como Fuga en dos colores y Cálido cromatismo. A esta primaria abstracción se la empezó a adjetivar de lírica, interpretando los trazos que no representaban nada “real” como gestos sonoros de un canto llevados al mundo de los signos gráficos.
La abstracción llegó a Francia con Delaunay y a Estados Unidos con Morgan Russell y Mac Donald Wright. En Alemania influyó sobre el grupo muniqués El jinete azul y en la Rusia prerrovolucionaria, a los constructivistas. Estos últimos tenían un antecedente, los ensayos que en 1907 hizo el lituano Ciurlonis con sus experiencias musicales. Scriabin mismo creía poder “traducir” sus obras a cuadros de colores por medio de un aparato especial del que, modernamente, se lograron extraer algunos curiosos videos. Es decir que, por distintas vías, confluyeron inquietudes y experimentaciones similares.
En música, la palabra cromatismo proviene del campo visual. No es difícil que se enconrase en esos trazos abstractos que no significaban nada determinado, una suerte de lirismo hecho imagen. Tambiém hablamos del color de la voz y de una estruendosa composición pictórica, enmarañada de oscuros ademanes con efecto dramático. La imaginación ha de ser una sola y en ella los setidos juegan a la sinestesia, a prestarse sus materiales para labrar la compleja cara del mundo.
Vassily Kandinsky: Primera acuarela abstracta.
Museo Nacional de Arte Moderno, Centro Georges Pompidou, París.