Zgustová y la pianista oscura
Sylva von Wittenberg, de casada von Stamitz (apellido muy “ancien régime”, mas también muy musical, recuerden la familia Stamic en la llamada Escuela de Mannheim), toca el piano; no es virtuosa del instrumento, pero lo domina con un repertorio centroeuropeo en el que predominan los alemanes, claro está, como Beethoven y Schubert, Schumann y Brahms, pero en el que cabe también la exquisita escuela checa que se ha afirmado como ninguna otra escuela de Europa Central, desde Smetana hasta Janácek (debe de ser pronto para Martinu, que se marchó a Francia, lejos de honores de la ufana patria de repentina independencia). Jan, el hijo de Sylva, no podrá seguir sus pasos llegado el momento, y eso que tenía buena predisposición, buena maestra, buena formación de partida. Se lo impedirán las instancias públicas que castigan a su madre y su “turbio pasado”, mas también sus pocas ganas de colaborar con el causa del pueblo y la construcción del socialismo. Vaya por Dios.
Podemos deducir que Sylva, la protagonista de La mujer silenciosa, novela de Monika Zgustová, nació allá por 1903 o 1904. Tiene esto su interés, no vayan a creer. Puede decirse que Sylva “va con el siglo”, expresión que quería decir que esa persona había nacido en 1900. Es contemporánea de acontecimientos de gran importancia, y algunos los vive dramáticamente. Es decir, en unos es espectadora o comparsa pasiva, y en otros está dentro de ellos. No es protagonista, eso está reservado a pocos. No es una mujer media, es una mujer típica, como diferenciaban los sociólogos. Interesan mucho algunos procedimientos del relato de Zgustová para darnos a conocer el sentido de su país a lo largo de un siglo gracias al acontecer de esta mujer. Y no sólo de ella, sino también su hijo, Jan. Un hijo tardío, que debió de tener hacia 1946, más o menos, a una edad en la que ya no es prudente (por decirlo así) tener un hijo por primera vez.
Podría resumir así la secuencia de su “vida como checa”, aunque Zgustová no tiene por qué llamar esos momentos de estas maneras: hundimiento del Imperio dual, independencia “asistida” por los Aliados, acoso a los alemanes interiores, acoso alemán interior y exterior, libertad y auge cultural como nunca antes, irredentismos nacionales alrededor, Múnich, protectorado, guerra, exterminio, Liberación, interregno, putsh del 48, stalinización del partido en detrimento de sus viejos militantes, resistencia stalinista tras la muerte de Stalin, primavera de Praga, invasión de 1968, re-stalinización de tiempo de Husak (curioso destino, pero en la novela creo que ni se lo menciona, para qué)… La muerte de Sylva durante los años de re-stalinización, allá por 1973 o 1974, no permite más detalles de esas dos odiosas décadas. Algo reconstruye Jan cuando regresa a Praga en los años 90, y evoca, imagina, proyecta, y habla con ella, con Sylva, con mamá.
Monika Zgustová: La mujer silenciosa
Traducción de la autora. Acantilado, 2005.
(Continúa)