Stravinsky en 3D
No se entiende el Festival de Lucerna sin la nómina de orquestas (Filarmónicas de Berlín y Viena, Concertgebouw, Gewandhaus de Leipzig, Birmingham), la factura de directores (Barenboim, Rattle, Jansons, Dudamel, Chailly, Haitink, Nelsons) ni la plantilla de solistas (Mutter, Lang, Bartoli), pero tampoco sin su tradicional desfile de talentos emergentes. Que ocupó a Abbado al frente de la Orquesta del Festival y sigue preocupando a un convaleciente Boulez.
Allí debutará el próximo 6 de septiembre Miguel Pérez Iñesta (Valladolid, 1980), que ha estudiado piano y danza, se gana la vida como clarinetista en Alemania y se presenta en la ciudad suiza en calidad de director. “No he abandonado el clarinete –asevera el músico de 34 años, que se ocupará de las dos funciones de La historia de un soldado de Stravinsky– y aún es pronto para hablar de salto al podio, pero sí es cierto que el deseo de ampliar el campo de acción me ha llevado poco a poco a asumir la dirección musical de ciertos proyectos”.
Se ha curtido Iñesta entre los atriles de la Academia Karajan de la Filarmónica de Berlín, donde tuvo ocasión de coincidir con Simon Rattle, Christian Thielemann, Bernard Haitink, Zubin Mehta, Seiji Ozawa y otros grandes maestros. “Siempre digo que a dirigir se aprende dirigiendo, esto es, analizando a fondo cada partitura y echándole horas a cada ensayo hasta que, por fin, encuentras ese sonido que buscabas. Ahora bien, si tuviera que citar a dos referentes, me quedo con Christoph Eschenbach y Arturo Tamayo. Sus aportaciones han sido muy valiosas”.
Compara el joven director la partitura de Stravinsky que sonará dentro de los Young People’s Concerts del Festival con el plano de un edificio. “Hay que saber leer e interpretar lo que dice el papel, pero sin olvidar que el público no se conforma con que le enseñes el croquis, sino que quiere entrar en la estancia y perderse por dentro. Nuestra obligación como músicos es lograr esa tercera dimensión de La historia de un soldado”. Que dirigirá sin batuta. “Porque me siento más cerca de los músicos, sobre todo tratándose de un conjunto tan reducido, que remite a las penurias de Stravinsky durante la I Guerra Mundial”.
HYPERMUSIC PROLOGUE TRAILER II from Zafraan Ensemble on Vimeo.
Cofundador del Zafraan Ensemble y habitual colaborador de la Orquesta Sinfónica de Berlín y la Kammerakademie de Potsdam, Iñesta ha participado como clarinetista en el estreno de obras de Sofía Gubaidulina, György Kurtàg, George Benjamin, Helmut Lachenmann, John Adams y Hèctor Parra. “Quizá por eso, aunque no tengo preferencia por ningún repertorio en particular, me siento especialmente cómodo con las obras de autores contemporáneos”.
Como demuestra el hecho de que Elena Mendoza haya contado con él, en calidad de intérprete, para el estreno en el Teatro Real de su ópera La ciudad de las mentiras el próximo mes de julio. Sabe Iñesta que no hay mejor tarjeta de presentación que Lucerna, cuyo jurado ungió a Pablo Heras-Casado como mejor director de la edición de 2007, pero no se proyecta. “Lo único que me preocupa en este momento es hacerlo lo mejor posible. Nada de vaticinios, manías o supersticiones. Que, como dice el chiste, dan muy mala suerte”.